Tengo que confesar que me ha sorprendido el efecto que me deja en la piel y eso que mi piel es complicada (grasa, marcas de acné, poros dilatados, etc). Al tacto está mucho más suave y fina la piel. Y el tono de la piel desde luego mucho más unificado. Cogí los cepillos por razones linfáticas y de lo agradable de su uso sobre la piel y porque para el cuerpo uso guantes de seda para masaje en seco y me encanta la sensación. Pero no me esperaba que los efectos de su uso en mi rostro me resultasen tan evidentes. Desde luego estoy feliz con los cepillos y me alegro mucho de tenerlos. Lo uso todas las noches, aunque tenga poco tiempo, al ser tan fácil de usar, tan placentero y obtener esos resultados me resulta inevitable usarlos. Se han convertido en un imprescindible para mí. Todo un acierto Mariona. Un abrazo! Rocío.